Nuestra civilización se ha construido en torno al bienestar del ser humano. lo que es plausible.
No obstante insuficiente para enfrentar la grave crisis civilizatoria en la que nos encontramos y que tiene múltiples manifestaciones en los ámbitos ambientales, económicos, sociales, políticos, axiológicos, entre otros. Aunque el humanismo es permeable a enfoques ecológicos todavía tiene una fuerte impronta antropocéntrica sustentada en el exclusivismo humano que aduce atributos propios del ser humano que no se repiten en otras expresiones de vida.
Con el nivel de conocimientos actuales de la ciencia es posible afirmar que varias características que se consideraban únicas en los seres humanos no lo son en tanto en los animales también se manifiestan expresiones como cultura, política, moral, aunque, claro está en diverso grado que en los seres humanos. Ahora es posible afirmar que la conciencia, la inteligencia, la capacidad de agencia e incluso la técnica son atributos más extendidos en todas las expresiones de vida, aunque varían cualitativamente comparados con el ser humano. Esta constatación nos invita a ampliar la comunidad moral con las otras expresiones de vida sin llegar a que sea una propuesta bioigualitarista pero sí signada por el respeto a toda expresión de vida por su valor intrínseco.
Es en este marco que se inscribe la propuesta del concepto de “humunisdad” para hacer referencia a todas las expresiones de vida humanas y las no humanas (más que humanas, otras-que-humanas) en el reconocimiento que al final todos somos humus, tierra, todos estamos formados por una base de elementos químicos comunes en diferentes grados de proporción. No es solo una forma de reconocernos como parte de la naturaleza, aunque algunos atributos específicos nos han llevado a crearnos una segunda naturaleza, si no hacer un giro ontológico para pasar de una relación utilitarista de la naturaleza a una relación de convivencialidad, de pasar a la búsqueda del desarrollo material y la acumulación a una relación de bienestar biocultural, en la que importan tanto el bienestar humano como el bienestar de la naturaleza. De esta manera la búsqueda de la utopía tiene que ver con el co-habitar basado en una ética del cuidado extendido a todas las expresiones de vida. No se trata de una posición ideológica sino del reconocimiento que todas las expresiones de vida pertenecemos a una misma trama de la vida y que la simbiosis ha sido, y sigue siendo, una manifestación de la colaboración, la asociatividad, como parte de las fuerzas de evolución.
Estas perspectivas tienen sustento en el enfoque eco-evo-devo (ecology-evolution-development) y en la epigenética que explica por qué se han diluido actualmente las categorías de naturaleza y cultura. La simbioética por tanto recoge esta perspectiva de una ética integradora que reconoce el hecho que todos los seres vivos estamos de una u otra manera interrelacionados, como lo expresa nuestra carácter de holobiontes, que no es si no otra forma de decir que somos Gaia, somos Pachamama, somos Biosfera, somos interespecies e interexistimos.
Rodrigo Arce Rojas. Doctor en Pensamiento Complejo (2018), Magister Scientiae en Conservación de Recursos Forestales (1992) e Ingeniero Forestal (1988). Con 35 años de experiencia y aportes a las interacciones entre sociedad, naturaleza y cultura aplicadas al manejo forestal comunitario, certificación forestal, cambio climático y REDD+, conservación, agroforestería, agroecología, agrobiodiversidad, ecología antropológica, manejo de cuencas, fiscalización ambiental, derechos de los pueblos indígenas, poblaciones indígenas en situación de aislamiento y contacto inicial, políticas públicas ambientales y forestales, diálogo, participación y metodologías participativas, consulta previa, gobernanza, conflictos y fortalecimiento de capacidades con organismos nacionales (IIAP, WWF, CARE) e internacionales (FAO, GIZ). Ha alternado su desarrollo profesional como consultor socioambiental y socioforestal para SERFOR, OEFA, SENACE, INAIGEM, MINAM, VICEMINISTERIO DE INTERCULTURALIDAD, JICA, ACCA, CARE, SZF, SNV, SUCO, WATER FOR PEOPLE, GITEC, DETEC, Soluciones Prácticas, entre otros. Con experiencia en formulación, monitoreo y evaluación de proyectos. Docente universitario (Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Universidad Nacional Agraria La Molina, Universidad Antonio Ruiz de Montoya, Universidad Ricardo Palma, Universidad Nacional de Ingeniería, Escuela de Altos Estudios Nacionales), revisor de artículos científicos, facilitador de eventos y procesos sociales y sistematizador (presenciales y virtuales). Tutor de tesis de doctorado en Pensamiento Complejo de la Multiversidad Mundo Real Edgar Morin de México.